Ya no
puedes volver, de lo contrario sufrirán,
Inmediatamente
se me vino la imagen de mi familia, no,no,no, no puede ser posible. Otro
mensaje:
Bébetelo
todo, te estare vigilando,
El
Corsario
P.D: estaremos
en contacto por este medio, buen viaje
Espere otro
mensaje para ver que tenia que hacer, alguna otra explicación , nada. Probe mirar
en la caja en busca de otra nota, pero lo que encontré fue un botecito, que
había pasado inadvertido antes , “bébetelo” , abri el tapón, y me lo meti en la
boca, tenia un sabor amargo, pero todavía no había verificado lo que era,
cuando vi un gran resplandor blanco y luego una gran oscuridad. Desperté en una
habitación totalmente oscura, junto a mi estaba mi mochila, busque mi móvil
pero había desaparecido, note un bulto en mi bolsillo, el aiphone. Mis ojos se
fueron acostumbrando a la oscuridad, y cuando ya no tenia porque entornar los
ojos para ver, identifique otras figuras humanas. Eran chicas de entre 13 y18
años según sus alturas. todas arrinconadas unas junto a otras, todas mirándome.
Inmediatamente se abrió la puerta y apareción un hombre alto con una mascara
roja y negra en la cara. La habitación quedo totalmente iluminada gracias al
haz de luz que entrtba desde el exterior. Me fijé otro vez en esas chicas
asombradas minutos antes por mi aparición, pero ahora algo había cambiado. En
vez de esa mueca de asombro en sus caras, ahora asomaba el puro rostro del
miedo, el mismo perfil del espanto. Cicatrices, heridas, rasguños, moratones
eran lo que adornaban sus palidos cuerpos. Cogi sin pensarlo dos veces la
mochila y segui a aquel hombre, mi mente no paraba de repetir esa imagen, donde
estarán sus familias, que les habran hecho allí. Me guiaron por un inmenso
pasillo, sin ninguna ventana, era evidente que se tomaban demasiadas molestias
en que no supiéramos donde estábamos. Llegamos a un salón con grandes sillones
tapizados y en medio una enorme mesa de cristal, con una carpeta con las
iniciales: EC, grabadas en negro y alrededor un
escudo color carmin. Mi enorme acompañante se quedo afura y me indicó que
entrara.
Me sente en
un sofá aguamarina, y espere. Un mensaje.
Tu familia cree que
estas en una excursión del colegio, llamaras a tu madre y le diras que te lo
estas pasando estupendamente, en la carpeta tienes todos los datos referentes a
la excursión.
El Corsario
Me acerque
poco a poco a la carpeta, la cogi y la abri. Estaba todo, nombre de profesores,
alumnos, colegio, sitio en el que se suponía que estábamos alojados… empece a
ojear las hojas, una a una, estaba toda la información suficiente para creer,
hasta yo misma, que podría haberme ido de excursión. Cerca de la mesa había un
teléfono, empecé a teclear.
-¿Hola?
Digame
-Mama…- se
me cortó la voz al oirla, me la imagine haciendo un bizcocho de chocolate,
mientras me preguntaba la lección de ciencias, un poco irritada pero siempre
con una sonrisa de oreja a oreja para que no nos desanimaramos. Mama yudame.
-¡Cariño! ¡
Que alegría oírte! ¡ Que suerte esta excursión sorpresa ehh!
Suerte,
suerte, eso es lo que necesitaba para salir de esa.
-Si mama
mucho
-Ya me a
contado tu profe todo.
Imposible.
Pero como … mire a todos lados en busca de alguna cámara o algo parecido, nada,
pero no me podía arriesgar.
-Si esto es
muy chulo, me lo estoy pasando… esto… estupendamente
-Me alegro,
pero no oigo nada a tu alrededor¿ Donde estas ahora mismo?
Sabia que no
se lo iba a tragar todo, se necesitaba algo mas para engañarla.
-Estoy en mi
cuarto, ahora es la hora de ducharse.
-Bueno
entonces no te molesto mas..
-¡ NO! No
pasa nada puedo esperar un poco.
Un mensaje.
Cuelga
ya
-Bueno cariño,
como quieras
Se me
empezaron a acumulas de nuevo tantas lagrimas como antes y nose ni siquiera
como pude pronuncir las palabras
-Me están
llamando… adiós tequiero
-Yo también
amor pasalo bien.
nadie detrás del teléfono, me habían cortado la
línea, pasalo bien, me sonaba
ironico.
Me quedé de
nuevo en el sofá, obsevando el teléfono, porfavor mama, llamame porque estas
preocupada, llamame porque quieres que vuelva a casa pero llamame.
Volvio a
entrar el mismo hombre que me había tarido hasta allí.Cogio mi mochila y dijo:
-Venga,
vamos, te llebare a tu habitación.
Sin nada que
decir, le segui. Al cabo de un rato nos tropezamos con un grupo de hombre, 5,
con sonrisas picaras, se dirigían a la habitación delas chicas.No me dio tiempo
a mirarles bien, cuando mi guía cambio repentinamente de dirección y nos
internamos en una red de pasillos, largos y anchos. Oi gritos retumbando en la
dirección opuesta, solo son unas chicas, ¿Por qué? Me repetía constantemente.
Me pareció ver unas cuantas veces como aquel hombre se guiraba para verme
rostro, pero nada, cuando levantaba la cabea él seguía mirando hacia delante.
Llebamos a un pasillos lo suficientemente ancho, como para caber en fila india
10 hombres, había una doble puerta en frente de nosotros, entramos. Era un
salón estilo antiguo, y en la zona este había un puerta lacada en roble. Me
guió hasta allí. Entramos, era bastante bonita, todo balnco y celeste, con
alugos detalles en madera de halla. Me guire, todavía estaba allí. Habia
soltado la mochila en la cama y me miraba fijamente:
-Las
apariencias engañan, deberas ser mas lista para salir de aquí.
-Perdon…
-Las
apariencias…-Estaba repitiendo otra vez la frase, la misma frase, cuando
entraron dos hombres de la misma altura y con la misma mascara en la cara. El
primero con una cicatriz que le cruzaba todo el cuello. Le sujetaron por los
brazos, este intento forcejear, en vano,se lo llebvaron igual que como
vinieron. “Las apariencias engañan, deberas ser mas lista para salir de aquí”.
Me acostre en la cama, le frase se me repetía en mi cabeza, una y otra vez y
cuando terminaba, vuelta a empezar.
No podía
dormir, y si intentaba huir, no, me cogerían. Me levante y me sente en la cama.
Ningun mensge, tampoco podía mandar yo ningún mensaje.
Los únicos
muebles que había en la habitación eran un escritorio de madara, una librerían
con solo dos libros y un cuadro. Miré el cuadro. Que curioso, en una esquina
estaba grabado el mismo escudo que el del cuaderno. Me acerqué y lo descolgé. Si,
el mismo escudo. Era bonito, un hombre sentado en una silla,con papeles en la
mesa y un retrato de lo que parecía su familia. Iba a colocarlo de nuevo, pero
se me calló. Los cristales se partieron en el momento justo de tocar el suelo y
la lámina del cuadro salió disparada. En el marco, habían guardado con mucho
esmero una carta y un expediente. Esta vez en el expediente no estaba el mismo
símbolo grabado. No había símbolo. La carta era amarillenta, seguramente por el
tiempo escondida allí. Me acerque al escritorio y con el cortaplumas la abrí.
Si has
encontrado esto, es que me temo que ya a pasado.
Felip
no es un tipo de confianza, y me e dado cuenta tarde. Mi pequeña, siento mucho
haberte puesto en este problema, pero probablemente yo no pueda ayudarte. Quiero
que guardes el expediente con todos mis progresos, y que pase lo que pase no se
lo des a nadie, es de vital importancia. Cuando me interne en el proyecto SZ48,
no pensé lo que era en realidad. Era y es, desgraciadamente, una convención que
se dedicaba al trafico de persona, principalmente adolescentes, pero estaba
claro que de esto no se nos informo. Entraron cinco personas junto a mi, no
para e trabajo del trafico, sino para lo
que escondia. Todo eso era una tapadera. Nos dedicamos a hacer pruebas químicas
moleculares. Mis compañeros fueron poco a poco desapareciendo con sus erróneos
progresos, pero a los que iban bien encaminados no se los volvia a mencionar.
Intente dejarlo, por vosotras, por mis niñas, pero os puse en peligro. No me
fui de casa para haceros daño, sino mas bien por lo contrario.
Papá…, desde
los 5 añitos no he vuelto a saber mas de el. El mismo que nos habandono a
nuestra suerte, el mismo que se avergonzaba de su vida, y ahora me encuentro
que lo hizo por mi bien. Toda una vida intentando odiarlo pera nada.
Guarde la
carta, junto al expediente en uno de los libros, colgué el cuadro de nuevo y me
meti en la cama. Papa…
Estuve casi
toda la noche, leyendo, descifrando, resolviendo esos acertijos de números,
esos tachones en la formulas científicas, hasta que caí rendida.
Ala mañana
siguiente desperté en una habitación totalmente diferente. Habia, maquinas y
computadoras por todos lados. Yo misma estsba enchufada a una de esas maquinas
de la que salian todo tipo de imágenes, algunas las diferencie: el último
examen que había tenido, las caras de terros de aquellas chicas, el rostro de
mi madre, otras apenas sabia diferenciar de que año fueron, cuando aprendi a
montar en bici, mi primer cumple, cuando entre en el colegio, en todos ellas
estaba mi madre y un hombre junto a nosotras, abrazado, besándome, dándome la
mano… mi padre. Al final de todo ese desfile de recuerdos, apareció el ultimo,
el expediente abierto y las paginas pasándose de par en par. La computadora se
paro ahí. No había nadie, pero alguien la manejaba.
En cima de
una mesa de metal había un cinturón con el mismo escudo que el cuadro. Tenia
colgado un manojo de llaves y al lado una pistola. Me quité todos esos tubos y
cabres que me rodeaban la cabeza y el cuerpo, me puse en pie, y me acerque a la
mesa. Ni siquiera podía tocarla, no había visto una de esas en mi vida,
quitando las típicas pelis policiacas, y ahora pretendía cogerla. Oí pasos a lo
lejos, y mi cuerpo se movio solo, cogí la pistola, la escondi en el bolsillo trasero,
el menos visible, me tumbe de nuevo en la cama y me puse a colocarme todo esos
cable. No me dio tiempo a terminar, cuando un hombre con bata blanca
resguardado por dos hobretones con mascaras entro en la habitación. Ni siquiera
se molesto en mirarme, fue examinando
los aparatos y la imagen obtenida, hizo una mueca de satisfacción e hizo un
gesto a sus guardaespardas. Se me acercó uno de los dos, el otro cogió mi
maleta, me quito todos los cables, con no precisamente mucha delicadeza, y me
cogió. Me hizo una señal para que les siguiera y me guiaron al mismo salón en
donde me encontré la carpetita con el escudo. Me hicieron entrar y ellos se
quedaron fuera, como siempre. Un mensaje.
Sabia
que me llevarías hasta él
Buen
trabajo
De rrepente
la furia me inundo, ese tipo me había utilizado y ahora mismo estaba en alguna
parte de ese edificio riéndose de mi. Ya estaba harta, se acabó. Otro mensaje
Ahora
iras a recoger el informe, quiero que seas una buena chica
El
Corsario
No, hoy no
me tocaba ser buena chica. Tire el móvil de pura rabia, se partió en dos.
Fui a la
puerta y con un candelabro que encomntre en el camino, la atranque para que
nadie evitara lo inevitable. Habia un chimenea encendida en el rincón de la
sala, perfecto, lo único que faltaba. Empece a chillar.
-¡Eh, tu! Te
crees muy listo, pues ya no te aguanto mas, se que me estas viendo por alguna
parte, siempre me as estado viendo ¿verda?, siempre me as estado vigilando,
porque sabias que si mi padre te fallaba podrías tirar del as, pero la baraja
se te acabó. -Ruidos en la puerta de golpes, voces-Te creías que de verdad era
tan tonta, te creías que no era capaz, te aseguro que te equivocabas.
Corri hacia
el teléfono, empece a marcar.
-Hola…
Me salio
todo del tiron, no tenia tiempo de respirar, todo estaba milimetrado, ya no
quedaba nada
-Mama no
estoy en una excursión, me han secuestrado, he encontrado a papa, mama, lo he
encontrado, no nos abandono, nos queria, voy a ser fuerte como me as enseñado,
estaras orgullosa de mi, adiós tequeré siempre.
Colgue, no
le di tiempo ni de preguntarme cualquier tontería que dicen las madres cuando
están asustadas ¿Donde estas? ¿Te encuentras bien?, estupideces. Más voces se
amontonaban en la puerta. Cogi la mochila, fui a la chimenea, faltaba poco,
saque todo los papeles, faltaba poco.
-Esto es lo
que quieres no es así,l siento pero no estoy dispuesta a que hagas lo que
quiera a tus anchas.
Fui tirando
los papeles poco a poco, para su mayor sufrimiento, en eso me lo podía
permitir. Ya se estaban quemando todos a la vez, de la mitad solo se veian sus
cenizas. Se acabó.
Me levante.
En mi mano temblorosa, apareció la pistola.
-Se te acabo
el juego, lo próximo que veras será la carcel.
Se abrió la
puerta y apareció el tipo que debería ser Filip, reguardado con un monton de
hombres, corria hacia mi. Le dedique una sonrisa de satisfacción y mi mano
respondió sola a su mueca de espanto. Un ruido que nunca imaginé escuchar.
Muchas
personas a mi alrededor que se fueron convirtiendo en sombras.
Gritos de
desesperacio.
Y después la
nada.
Sabia desde
el principio que no volveria a ver mi casa, pero no imagine que acabaría así,
tirada en un salón lleno de gente corriendo de un lado a otro, alrededor de un
cuerpo ensangrentado con una pistola en la mano y un ultimo deseo en los
labios,
Que todo acabase pronto
dejar vuestro comentari, con lo que opineis o con alguna otra sugerencia, gracias :)
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